sábado, 9 de febrero de 2013

Resumen del texto "La negación" de Sigmund Freud



LA NEGACIÓN, SIGMUND FREUD
Por Lic Moyano Agustín Danilo

El contenido e una imagen o un pensamiento reprimidos pueden abrirse paso hasta la conciencia, bajo la condición de ser negados. La negación es una forma de percatación de lo reprimido; en realidad, supone ya un alzamiento de la represión, aunque no, desde luego, una aceptación de lo reprimido. Vemos como la función intelectual se separa en este punto del proceso afectivo.
Negar algo en nuestro juicio equivale, en el fondo, a decir: “esto es algo que me gustaría reprimir”. El enjuiciamiento es el sustitutivo intelectual de la represión, y su “no” un signo distintivo de la misma.
La función del juicio a de tomar dos decisiones: a) atribuir o negar a una cosa una cualidad. El yo primitivo regido por el principio del placer quiere introyectarse todo lo bueno y expulsar de sí todo lo malo, en el lenguaje de los impulsos instintivos orales más primitivos. Lo malo, lo ajeno al yo y lo exterior son para él, en un principio, idénticos.
 b)  Conceder o negar a una imagen la existencia en la realidad, o sea la existencia real de un objeto imaginado (test de realidad). Es un interés del yo real definitivo, que se desarrolla partiendo del yo inicial regido por el principio del placer. No se trata ya de si algo percibido (un objeto) ha de ser o no acogido en el yo, sino de si algo existente en el yo como imagen puede ser también vuelto a hallar en la percepción (realidad). Todas las imágenes proceden de percepciones y son repeticiones de las mismas. Así, pues, originalmente, la existencia de una imagen es ya una garantía de la realidad de lo representado. Descubrimos como condición del desarrollo del examen de la realidad, la pérdida de objetos que un día procuraron una satisfacción real.
El juicio es el acto intelectual que decide la elección de la acción motora, poniendo fin al aplazamiento. El aplazamiento debido al pensamiento debe considerarse como un acto de prueba, como un tanteo motor con pequeñas descargas psíquicas.
El juicio es la evolución adecuada del proceso primitivo por el cual el yo incorporaba cosas en su interior o las expulsaba fuera de si, de acuerdo al principio del placer. Su polarización parece corresponder con la antítesis de los dos grupos de instintos: la afirmación (como sustitutivo de la unión) pertenece al Eros; la negación (consecuencia de la expulsión) pertenece al instinto de destrucción. La función del juicio se hace posible por la creación del símbolo de la negación que permite al pensamiento un primer grado de independencia de los resultados de la represión y con ello también de la compulsión del principio del placer.
En análisis no hallamos ningún no procedente de lo inconciente, el reconocimiento de lo inconciente por parte del yo se manifiesta por medio de una fórmula negativa. 

Sigmund Freud, Obras Completas, Biblioteca Nueva, España, 1987, Cap CXLVI.



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