viernes, 11 de julio de 2014

EL MÉTODO SINTÉTICO DE CARL GUSTAV JUNG

“…La cábala y el simbolismo toman vías diferentes para llegar a la misma meta y para confundirse en la misma enseñanza. Son las dos columnas maestras levantadas sobre las piedras angulares de lo cimientos filosóficos, que soportan el frontón alquímico del templo de la sabiduría”
Fulcanelli

La vida profesional de Jung suele ser dividida en tres momentos: en primer lugar  su formación como psiquiatra en la clínica psiquiátrica de  Burghölzli siendo asistente de Eugene Bleuler, en segundo lugar su paso por el movimiento psicoanalítico en colaboración con Sigmund Freud y en tercer lugar la fundación de su propia escuela llamada psicología analítica.
Es notable que éste esquema pueda ser superpuesto, en grandes rasgos, a un texto de Jung publicado en 1909 llamado “Importancia del padre en el destino de sus hijos”, que contendría así de manera embrionaria presente, pasado y futuro de su obra. La primera parte del artículo se dedica a exponer los resultados del test de asociaciones sobre nueve familias integradas por treinta y siete individuos. El test consiste en cien palabras estimulo ante las cuales el sujeto debe contestar a cada una con la primera asociación que se le viene a la mente. El tiempo de reacción entre palabra estímulo y asociación del examinado, y las reacciones emocionales o verbales ante la palabra estímulo, pueden ser indicadores de la presencia un de complejo de  tonalidad afectiva. La investigación llega a la conclusión de que los tiempos de reacción entre padre e hijo y madre e hija son muy similares, demostrando de manera cuantitativa y cualitativa como el niño adopta la misma actitud que uno de los padres, generándose a través de la constelación familiar el patrón de conducta. Presenta Jung varios casos clínicos en los cuales la actitud del adulto depende de su constelación familiar. Prosigue luego a aplicar el método psicoanalítico en un niño de ocho años, y demuestra que su actitud está determinada por la sexualidad infantil, estudiando cómo a través de sus sueños y de sus síntomas manifiesta el interés de atraer a su madre y la rivalidad con su padre (complejo de Edipo). Y al finalizar el artículo expone un caso de una mujer histérica, donde el tipo de relaciones amorosas que lleva  acabo se encuentra modelado sobre el esquema de una historia de amor del libro de Tobías protagonizada por Sarah, hija de Raguel, que no se puede casar porque el diablo Asmodeo mata sucesivamente a cada uno de los hombres que elige como marido en la noche de bodas; aquí vemos como Jung encuentra el mitologema subyacente al patrón de conducta. Además conceptualiza el símbolo en su doble faz, tanto positiva como negativa, y lo ejemplifica con ésta leyenda donde el padre de Sarah, Raguel, se siente inconsolable por la desgracia de su hija pero al mismo tiempo por las noches prepara la fosa de su yerno. También los impulsos infantiles son sublimados hacia el buen Dios a quien ella le reza todas las noches, pero a su vez aparece el diablo Asmodeo como faz negativa del padre personificando la fatalidad que la acosa. Nos encontramos con algo parecido en la historia de las religiones, donde en el antiguo testamento se diviniza a Jehová a quinen se obedece por temor, y en el nuevo testamento se diviniza a Cristo quien establece la verdadera relación con Dios a través del amor. Dice en el artículo: “Pero hablar aquí del solo individuo es demasiado poco. En efecto, al tiempo que corremos el velo de éste problema, nuestra mirada abarca un horizonte más basto: de la historia del individuo se extiende a la de los pueblos. Nos sentimos particularmente inducidos a examinar la historia de las religiones y de todos los sistemas y ficciones elaborados por los pueblos en el curso de los siglos.” “…en el desarrollo del individuo podemos encontrar el mismo proceso que en la historia universal”.
En 1912 publica Simbolos de Transformación, texto bisagra que marca su ruptura con el movimiento psicoanalítico y el comienzo de una fructífera labor en la producción de una escuela propia, a través de su nueva concepción de trabajo sobre el material inconsciente. Estudia un caso de Fluornoy, el de la mujer norteamericana Mis Miller, y establece paralelos mitológicos sobre sus fantasías, formulando a lo largo del texto la hipótesis del inconsciente colectivo. Rechaza la concepción Freudiana de la libido como sexual y formula el concepto de libido como una energía psíquica no específica que puede manifestarse de diversas formas. Entiende el complejo de Edipo de otra forma, no sólo como atracción sexual a la madre, sino de manera simbólica donde hay un deseo de retorno al útero materno y una necesidad de autorrealización. No es la búsqueda del objeto físico, sino un medio de desarrollo espiritual.
Pero para entender el método aplicado por Jung es necesario recurrir a un artículo llamado “La comprensión psicológica de los procesos patológicos” donde se diferencia el método analítico del método constructivo (o sintético).
El punto de vista analítico concibe el alma como resultado de todo lo que fue, de lo que se ha hecho, averigua cómo el alma se convirtió en lo que vemos en la actualidad. Por medio del análisis y reducción de los eventos individuales, a través de forma inductiva o deductiva, se llega a principios universales como la sexualidad en Freud y el Poder en Adler, se reduce lo desconocido a lo conocido y lo complicado a lo simple, a impulsos generales.
El punto de vista sintético o constructivo considera el alma como expresión de lo por venir, de lo que se va a hacer, y se pregunta cómo construir a partir del alma tal como se la presenta un puente hacia su propio futuro. Produce una línea psicológica de desarrollo, una especie de pista, en un individuo determinado. El fenómeno psíquico presente es considerado una expresión simbólica de lo venidero, por ende producto de la función creadora de la psique. La comprensión constructiva reduce el material a tipos generales, no a un principio general, a través del análisis comparativo de muchos sistemas. La comparación con otras formaciones típicas sirve para la ampliación de la base sobre la que descansará la construcción y al propósito de la comunicación objetiva. Como vemos el punto de vista causal reduce las cosas a sus elementos y el punto de vista constructivo las elabora en algo más elevado y más complicado.
Aplicamos un punto de vista muy reductivo en todos los casos de ilusiones, ficciones y actitudes exageradas. Por otra parte, el punto de vista constructivo debe considerarse para todos los casos en que la actitud consciente es más o menos normal, pero capaz de mayor desarrollo y refinamiento, o donde las tendencias inconscientes, también con capacidad de desarrollo, están siendo mal entendidas y oprimidas por la mente consciente.
Este fue el tema central, las teorías rivales sobre la interpretación de los sueños, del Cuarto Congreso Psicoanalítico Internacional, celebrado el 7 y 8 de septiembre de 1913 en Munich. Abriendo la primera sesión matinal del primer día, Rank se encarga de defender la tesis de los sueños como intentos de descarga de deseos incumplidos, y Maeder considera a los sueños como expresión de tendencias éticas y prospectivas. Freud ya desconfiaba hace tiempo de Jung y pensaba que quería llevar el psicoanálisis en su dirección. Por eso entró a formar parte del Comité, para recuperar el control sobre el movimiento psicoanalítico. La relación afectiva entre ambos  estaba llegando a su fin, mantenían correspondencia sólo por cuestiones institucionales y éste congreso fue la última vez que se vieron cara a cara. Jung se encontraba realizando un doloroso examen de conciencia y la pronta ruptura con Freud lo tenía preocupado. Sin embargo, en ésta tensa situación emocional, prepara para el Congreso una brillante conferencia llamada “Sobre la cuestión de los tipos psicológicos”. Jung expone los conceptos fundamentales de extroversión e introversión. El primero significa un volverse la libido hacia afuera, un movimiento positivo del interés subjetivo hacia el objeto. El segundo un volverse la libido hacia dentro, el interés va hacia el sujeto. Cuando uno de los dos mecanismos es habitual se habla de tipo introvertido o tipo extrovertido.  “Yo he designado éste contraste típico con los nombres de disposición introvertida y extravertida. La primera tiene lugar cuando un ser normal, de carácter irresoluto, reflexivo, retraído, que no se entrega fácilmente, siente desvío ante los objetos, adopta siempre la defensiva y tiende a ocultarse detrás de una observación desconfiada. La segunda tiene lugar cuando un sr normal, de carácter comunicativo, aparentemente abierto y benévolo, que fácilmente se hace cargo de cualquier situación, traba rápidamente relaciones y se lanza despreocupado y confiado en situaciones desconocidas, desentendiéndose de posibles reparos. En el primer caso predomina a todas luces el sujeto, en el último, el objeto.”
A estos dos mecanismos de orientación de la libido Jung agrega en su libro Tipos psicológicos las 4 funciones psicológicas: pensamiento, sentimiento, percepción, intuición. En una entrevista con Richard Evans las describe sencillamente “Es decir, la percepción le dice que allí hay algo. El pensamiento, hablando a grosso modo, le dice lo que es. El sentimiento le señala si es algo agradable o no, si debe ser aceptado o rechazado. Y en cuanto a la intuición…” “Mi definición es que la intuición es una percepción situada más allá de los medios o caminos del inconsciente.

Moyano Agustin Danilo
Lic. en Psicología